25 años: El 69% de las personas que completan su itinerario de inserción se incorpora al mercado laboral ordinario en menos de un año

05 abril 2018 Noticias

Responsabilidad
Formación, inserción e intermediación

¿Cómo salimos de una situación vulnerable? ¿Cómo hacemos frente a un contexto familiar de pobreza? ¿Cómo levantarse y conseguir la oportunidad de cambiar un presente no deseado? Todas estas preguntas tienen en común una respuesta: con formación. A través de programas y proyectos educativos de diferentes ámbitos, hemos impulsado la inserción de personas en riesgo de exclusión social en el mercado laboral ordinario, porque consideramos que el aprendizaje es el mejor camino.

¿Qué formación? Hace veinticinco años nació nuestra oferta formativa para adquirir competencias. A la formación en taller de ropa, muebles y confección se añadió a finales de los noventa, el aprendizaje de soldadura, construcción, zapatería y auxiliar del hogar. Luego vinieron los cursos de carpintería, lavandería, limpieza, geriatría, almacén y muchos más. La lista fue creciendo -aunque adaptándose a las demandas del mercado laboral- y el punto más álgido llegó en 2013 con la creación de D’ins, la escuela de hostelería. La formación de cocina, sala y limpieza de hoteles completaron una amplia oferta formativa que todavía hoy seguimos incrementando para dar cobertura a los máximos ámbitos de trabajo posibles siguiendo el hilo de formación ocupacional que ofrecemos desde la entidad. Si en 1999 eran 50 las personas que recibieron formación, el 2017 hemos llegado a formar 909. Y mientras aprendemos a trabajar, trabajamos. Una formación práctica y orientada a desarrollarse en el lugar de trabajo. Esta es nuestra premisa y, por este motivo, disponemos de un engranaje de programas y proyectos que permiten que ésta sea la realidad en nuestras instalaciones: cada día llenan los pasillos de la Fundación personas que han decidido volver a formarse y adquirir más competencias para obtener una nueva oportunidad laboral. Programas propios como Impulsa’t u otros en colaboración con otras entidades, programas como Incorpora o Làbora han apostado por ofrecer a nuestros usuarios la posibilidad de dar un paso, el paso.

El paso hacia un futuro digno, hacia un trabajo estable, hacia la dignificación que se merecen. Cuando finalizan el itinerario de formación, nuestro colectivo posee más competencias y, en consecuencia, más empleabilidad para hacer frente a una nueva realidad. Es en este punto en el que trabajamos activamente para ofrecerles la salida definitiva: la entrada en el mercado laboral ordinario a través de una minuciosa tarea de prospección y búsqueda de colaboraciones en el ámbito de la empresa privada. A veces, para acceder a este mundo laboral, hay que hacer un paso previo durante el itinerario pasando por alguna de nuestras empresas de inserción. Estas nacieron con el objetivo de favorecer la inserción laboral de personas excluidas socialmente a través de actividades económicas.

El nuestro es un proyecto empresarial que ofrece una amplia oferta de iniciativas con impacto social, rentabilidad económica y visión medioambiental. Es decir, un marco laboral que permite a estas personas mejorar su grado de empleabilidad de una manera íntegra. Así pues, desde Formació i Treball ofrecemos un contrato estable, de mínimo seis meses, que permite a la persona recuperar o adquirir hábitos laborales y especializarse en un oficio para acceder a un puesto de trabajo en el mercado ordinario. De este modo, una vez la persona da el salto al mundo laboral, su lugar de trabajo es ocupado por otra persona en situación de vulnerabilidad que inicia su itinerario laboral.

En datos, 332 personas han sido contratadas por Formació i Treball en el último año; pero la cifra importante no es ésta. El indicador relevante es que después de completar su itinerario de inserción (es decir, finalizar su contrato con Formació i Treball), el 69% de estas personas se incorpora al mercado laboral ordinario en menos de 12 meses.

La contratación de estas 332 personas se enmarca en el programa de acciones para la mejora del empleo y la inserción laboral de los colectivos en riesgo o situación de exclusión social está subvencionado por el Departament de Treball, Afers Socials i Famílies de la Generalitat de Catalunya, y cofinanciados por el Fondo social europeo según el orden TSF / 235/2017 de 13 de octubre que abarca: en Formació i Treball Empresa d’Inserció las líneas 1, 2, 3 y 4; en Roba Amiga las líneas 1, 2, 3 y 4; y en Recibaix las líneas 1,2 y 4.

La suma es del todo enriquecedora, pero todo no queda ahí. A este 69% de personas que se incorporan al mercado laboral una vez finalizado su contrato de inserción con nosotros, le tenemos que sumar el resto de participantes de otros programas y proyectos (el proyecto propio Impulsa’t, Incorpora de la Obra Social “la Caixa”, labor del Ayuntamiento de Barcelona …) que también han alcanzado su salto al ámbito profesional. Los resultados totales son espectaculares: 811 personas insertadas en empresas externas durante el 2017. Estamos satisfechos de ver que personas, que creían que no había más oportunidades laborales que los esperaban, han sido capaces de transformar su vida. Tras soñar con ayudar aún más a insertar personas al mercado de trabajo, despertamos con un objetivo: crear la primera ETT especializada en la contratación socialmente responsable de personas en situación de vulnerabilidad. No sólo es una vía para conseguir más inclusión, sino que se convierte en una propuesta de valor para una sociedad donde todavía queda mucho camino para conseguir que la conciencia social sea una realidad para todos.



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