El destino ético de las mermas alimenticias

27 abril 2018 Noticias

Concebir los restos alimentarios como un recurso y no como un residuo es un cambio de comportamiento social necesario para combatir y responder a las carencias de los colectivos que tienen la alimentación insuficientemente cubierta. Son muchas las personas que actualmente no tienen una buena alimentación debido a la falta de recursos y son muchos los canales que derrochan los alimentos y generan residuo.

Actualmente en Cataluña generamos 262.000 toneladas anuales de alimentos, un derroche alimentario que equivale a poder cubrir las necesidades alimenticias de medio millón de personas durante el año. Unas cifras muy impactantes si además, contemplamos que el 22% de la población de nuestro país vive por debajo del umbral de la pobreza y puede ser víctima de la malnutrición. Asimismo, la generación de este residuo conlleva un impacto medioambiental muy grande, siendo entre un 20 y un 30% de todos los impactos medioambientales de la UE según datos de la Generalitat de Cataluña.

Desde la Fundació Formació i Treball tenemos el objetivo de replicar el modelo de economía circular de la ropa con los alimentos. Con este modelo, conseguimos un triple impacto, siendo este un impacto social, dando cobertura a las personas, económico, generando puestos de trabajo para personas vulnerables y medioambiental, reduciendo el residuo orgánico.

Asimismo y con la voluntad de dar respuesta a la realidad actual y poder garantizar una cesta equilibrada de alimentos, manipulamos los productos procedentes de las donaciones con el fin de elaborar comidas cocinadas para ser entregados a comedores sociales del territorio. Por eso, tenemos nuestro comedor social Taula Amiga en Tarragona, en el que se atienden diariamente personas y familias para cubrir sus necesidades alimenticias y se proporcionan bolsas de alimentos frescos de carne y pescado. Estas actuaciones quedan recogidas en el Programa de Entrega Social en Entidades que, gracias al apoyo del Departament de Treball, Afers Socials i Famílies de la Generalitat de Cataluña, consiguen dar respuesta a una parte de los colectivos que tienen insuficientemente cubierta la alimentación diaria.

Aún así, la recepción y el volumen de alimentos recibidos es todavía un reto para nosotros, encontrándonos en una situación en la que estamos abocados a hacer esfuerzos para buscar alimentos. Debido a la tipología de alimentos recibidos, mayoritariamente alimentos básicos y productos secos, no se cubren las necesidades ya que necesitamos una diversidad más amplia de productos como son la fruta, la verdura, los lácteos, la carne y el pescado.

El destino ético de las mermas alimentarias no sólo es responsabilidad de las iniciativas sociales de promoverlas sino que hablamos de una corresponsabilización entre las organizaciones donantes y las organizaciones que promueven medidas, en este caso la Fundació Formació i Treball. Crear alianzas y desarrollar conjuntamente un impacto social y medioambiental comunitario a corto plazo debe ser una forma en como, tan donantes como receptores, podamos contribuir a dar un paso hacia el derroche alimentario y todo el impacto positivo que esto supone. En este sentido y gracias al trabajo en red con otras entidades sociales, también promovemos jornadas para conocer diferentes proyectos y experiencias sobre el reaprovechamiento alimentario. Así, la Fundació Formació i Treball impulsa, junto con Cáritas Diocesana de Barcelona, ​​Pont Alimentari, Nutrició Sense Fronteres y Rezero la jornada debonprofit! para exponer las experiencias innovadoras en el aprovechamiento de los alimentos en Europa el próximo 9 de mayo en Barcelona.



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