Formació i Treball incorpora cada día más de 2 personas en riesgo de exclusión en el mercado laboral durante la crisis de la COVID19

La Fundación Formació i Treball ha incorporado al mercado laboral ordinario más de 2 personas al día durante los primeros veinte días de la crisis sanitaria provocada por la COVID19. La inserción laboral de personas en riesgo de exclusión social se mantiene en un 60% respecto al mismo periodo del año pasado. Son 46 personas, que en muchos casos creían que no había más oportunidades laborales para ellas, capaces de transformar su vida y encontrar un trabajo en una situación de crisis como la actual. La fundación, que durante la situación de pandemia ha mantenido servicios esenciales de atención a los colectivos vulnerables, continúa trabajando para conseguir la inserción de personas en el mercado laboral ordinario.

Además de los servicios esenciales que mantenemos, nuestro objetivo principal en este período de máxima dificultad es preservar el espíritu de la misión: facilitar la inserción sociolaboral a las personas de alta vulnerabilidad y apoyarlas en su momento vital. El equipo de Acción Social de la Fundación sigue orientando las personas participantes en itinerarios de inserción y programas formativos así como acompañándolas en sus recorridos profesionales dentro de las empresas de inserción. En este sentido, las cifras confirman nuestra respuesta a las necesidades actuales de inserción. Entre el 16 de marzo y el 5 de abril de 2019 la Fundación logró la inserción de 77 personas en empresas ordinarias. Este año en el mismo período y en plena situación de crisis sanitaria hemos conseguido la inserción de 46 personas en el mercado laboral ordinario. Es decir, en periodo de pandemia hemos mantenido un 60% de inserción respecto de 2019. La inserción de estas personas ha sido a través de diferentes proyectos, entre los que destacamos los itinerarios de inserción, el programa Incorpora y el programa propio ‘Impulsa’t’ de mejora de la empleabilidad.

El equipo de Acción Social acompaña, orienta y forma las personas participantes de los diferentes programas. Se realiza un plan de trabajo individualizado, que tiene por objetivo mejorar su empleabilidad, especialmente, las competencias transversales, que son todas aquellas que nos diferencian del resto y hacen que aportamos valor añadido a un puesto de trabajo. El objetivo final del acompañamiento es facilitar la inserción laboral en la empresa ordinaria. En este sentido, la fundación ha adaptado su trabajo a la situación actual. Ahora, las tutorías y entrevistas de seguimiento se realizan a través diversas herramientas telemáticas como mensajería móvil, videoconferencias y plataformas formativas en línea. Se refuerza el acompañamiento haciendo red con otras entidades e instituciones que dan respuesta a necesidades sociales. El Área de intermediación mantiene contacto directo con las empresas que realizan servicios esenciales para gestionar perfiles que puedan necesitar cubrir. Supermercados, residencias y servicios logísticos han aumentado la demanda de personal durante las últimas semanas.

Encontrar la oportunidad en la adversidad

Nadia (nombre ficticio), participante del programa Incorpora de la Obra Social “la Caixa” es una de estas 46 personas que ha encontrado una oportunidad laboral en este contexto. Antes de que se decretara el estado de alarma trabajaba en un restaurante de Sitges que cerró puertas y le rescindió el contrato. Decidida a encontrar un nuevo trabajo contactó con Laila Houli, técnica de intermediación laboral y su referente a la fundación. Ahora hará un más que trabaja como auxiliar sociosanitaria. La previsión es alargar el contrato actual hasta finales de año, con una jornada más reducida pero con posibilidades de aumentarla. A pesar del riesgo que podía suponer para su salud, su posición es clara: “Trabajar y ayudar a la gente que lo necesita. Pienso sólo en la gente que tengo delante, imagino si fuera mi familia y me pongo los guantes y la mascarilla “, y seguir en la brecha. Nadia es familia monoparental con dos hijos a su cargo y tiene la determinación de una luchadora: “Yo quiero seguir adelante. Quiero luchar más, no quiero hundirme. Ya me hundí una y no quiero volverlo a hacer. Yo me digo: tengo que seguir “. Nadia encara el futuro con fuerza y ​​remarca que “saldremos adelante, juntos lo podemos conseguir, debemos mantenernos despiertas”.

Paula (nombre ficticio) ha sido participante del programa Impulsa’t de la Fundación y ex alumna del Curso de carnicería y charcutería que se ofrece desde el Área de Formación de la entidad, actualmente trabaja como cajera y reponedora en un supermercado. Asegura que, como Nadia, no ha dudado en coger el trabajo. “Afortunada o desafortunadamente, se ha tenido que dar esta situación a nivel global para conseguir un contrato de trabajo. Son las contradicciones de la vida, y yo he aprovechado la oportunidad, en ningún momento dije que no, no pensé si me interesaba o no, dije: sí, quiero trabajar “, explica.

Por su parte, Antonio ha sido trabajador de inserción a la delegación de la Fundación en el Garraf. Actualmente trabaja como operario de limpieza en una nave logística, trabajo que encontró en plena situación de pandemia. Antes del contrato estaba trabajando de manera intermitente a través de una ETT. “No tuve ninguna duda en coger este trabajo, yo me encuentro bien y puedo trabajar y al mismo tiempo ayudo a los demás, en esta situación.” Considera que a él le han ayudado ofreciéndole una oportunidad laboral y él ahora ayuda en un servicio esencial.

La empresa de inserción, una herramienta clave

Las empresas de inserción son organizaciones que hacen posible la inclusión sociolaboral de personas en riesgo de exclusión, mediante la actividad empresarial y acompañadas de actuaciones sociales y de inserción social, para su posterior colocación en empresas ordinarias o en proyectos de autoempleo. Formación y Trabajo ofrece una amplia oferta de iniciativas con alto impacto social, visión medioambiental y sostenibilidad económica. Es decir, un espacio laboral que permite a estas personas mejorar su grado de empleabilidad de una manera íntegra, en un marco sostenible y respetuoso con el entorno.