“Garantizar la educación es garantizar la vida, en cualquier país del mundo. Sin educación no vamos en ninguna parte.”

Rosendo Pedro Nguere es de Guinea Ecuatorial y llegó a Cataluña en 2005, con 22 años. Después de 15 años, el 12 de noviembre de 2020 consiguió la residencia con permiso de trabajo por primera vez. El 7 de enero de 2021 empezó a trabajar en la Fundación con un contrato de un año. Es auxiliar de conductor y trabaja en las rutas de recogida de ropa de contenedores y de residencias. Hablamos con él sobre la experiencia migratoria y las barreras que todavía hay que romper para convivir mejor.

¿Por qué te fuiste de tu país?

Vine de Guinea para mejorar mi vida. Cuando llegué empecé a estudiar aplicaciones informáticas en Jaume Balmes donde estudié dos años e hice un año de prácticas. Pero entonces me quedé sin documentación. Cuando esto pasa, ya no puedes estudiar, no puedes trabajar… Caí en este agujero.

Después volví a empezar a estudiar administración y sistemas informáticos, en el IES Provençana. En aquel momento necesitaba homologar mis estudios y necesitaba la documentación en regla. Tardé mucho a recibirla.

¿Cuáles son las barreras más grandes que te has encontrado cuando has llegado a este país?

Las barreras que encuentras son múltiples. La documentación es un tema importante. Tienes que tener una base y esta es la documentación, un derecho administrativo para poder desarrollarte como persona y que se convierte en un infierno. Es el gran escollo que hay en esta sociedad.

Por otro lado, está la lengua. En mi caso, hablo el idioma. Cuando hacía un mes y medio que había llegado ya pude hacer un examen en catalán y lo aprobé, en Formación y Orientación Laboral. Pero hay personas que no conocen la lengua. Cómo en cualquier país, lo que tienes que saber es hablar, la lengua es parte fundamental y cuando no la conoces tardas mucho tiempo en situarte. No es el caso de las personas que venimos de Guinea, que ya hablamos castellano. Yo me he relacionado bien a todos los lugares donde he ido.

¿Por qué crees que se ve los migrantes como un problema, como una amenaza? Es una cuestión bastante universal.

España tiene 40 años de democracia y todavía tiene sus trabas, pros y contras. Aquí, las personas de dentro hacia fuera tienen un papel, pero de fuera para adentro todavía ven la inmigración como un problema. Cualquier país del mundo, un país civilizado cómo España, tiene otros retos que son mucho más importantes. Es muy complicado. Avanzará a medida que avance la democracia y la civilización.

Comparando con el número de inmigrantes que hay en Alemania, España casi no tiene inmigración. Incluso Grecia tiene más. Es una cuestión de historia y de donde viene España. Ahora hay niñas de 10 y 12 años que van al colegio y de ahora al siglo XXII ya habrá un arraigo y ya habrán podido convivir.

¿Qué valoras positivamente de tu experiencia en Cataluña?

La parte positiva es la caridad y la humanidad, y otras maneras de ver las cosas, observar como una sociedad con millones de habitantes resuelven cosas fundamentales, algunas como la luz y el agua, y otras como la educación. Garantizar la educación es garantizar la vida, en cualquier país del mundo. Sin educación no vamos en ninguna parte. Allá donde vas necesitas saber escribir, saber usar el ordenador, etc. Todo es gracias a lo que se garantiza desde los 3 años hasta la Universidad. No todo el mundo va a la universidad, pero existe la posibilidad de formarse en una empresa, trabajar y aprender. A veces vas a hacer un trabajo que no has hecho nunca y en uno o dos años te conviertes en otra persona porque has aprendido y te has ido formando. Es una de las cosas más positivas de esta sociedad.

¿Qué te planteas hacer en un futuro?

En un futuro, si puedo renovar la documentación, seguiré trabajando. Y si puedo, estudiaré ciencias políticas.

¿Qué te despierta el interés por hacer ciencias políticas?

El nivel de vida que tiene la sociedad europea hoy en día es gracias a la buena política. Puedes ser ingeniero, arquitecto, abogado, pero esto no servirá si la política no existe, el resto no funcionará. En nuestra sociedad africana, el 99% de la política no es sana. Cuando hay buena política hay escuelas y la gente puede progresar y otras personas pueden llegar de fuera y ayudar a la sociedad. No hay ningún ser humano que tenga que estar destinado a la miseria. Si lo está, es porque no hay educación y esto es porque la política no funciona. Los errores de la política tardan mucho a resolverse. Todos contribuimos a crear la sociedad y sin la política no hay cohesión, no hay engranaje. Todo ello me invita a mirarlo y poder aportar un granito de arena a mi sociedad, en el futuro.

* Subvencionat a la convocatòria per a l’any 2021 per a la concessió de subvencions a les empreses d’inserció per a la realització d’accions per a la millora de

l’ocupació i la inserció laboral dels col·lectius en risc o situació d’exclusió social (Resolució EMT/1977/2021, i Ordre TSF/235/2017)

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Expedient número TSF104/21/000005.

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