La entrega social para entidades atiende a 1.248 familias durante el 2022 en Cataluña

La entrega social para entidades que promueve la Fundación Formació i Treball, con la colaboración del Departament de Drets Socials de la Generalitat de Catalunya, ha atendido a 1.248 familias durante el 2022. El programa está enfocado en prestar atención a las necesidades básicas de ropa y alimentos a personas en situación de vulnerabilidad procedente de una red de entidades participantes en el programa. Una entrega que pone énfasis en la prestación de una entrega digna e inclusiva que, a parte de cubrir necesidades básicas de personas en riesgo de exclusión, promueve la creación de puestos de trabajo para personas vulnerables.

Esta iniciativa ha demostrado ser una buena herramienta y a su vez un recurso para dar acceso a la ropa y a los alimentos a las personas del territorio catalán apostando por un trabajo en red con las más de 50 entidades sociales para conseguir mejorar la vida de las personas, consolidándose en cada territorio y descentralizándose para llegar cada vez a más familias. Los territorios dónde se ha hecho incidencia han estado Barcelona, dónde se han beneficiado 31 entidades sociales; Tarragona, dónde se han beneficiado 17 entidades; Garraf, dónde se han beneficiado 3; Baix Llobregat, dónde se han beneficiado 4 entidades; y finalmente la Cataluña Central, dónde se han beneficiado 2 entidades sociales.

Estos programas se desarrollan en el marco del trabajo en red con otras entidades sociales que atienden a personas en riesgo de exclusión social, con el objetivo de dotarlas de una herramienta para ayudar a sus colectivos. Además, los Programas de Entrega Social para Entidades, además de cubrir necesidades básicas de ropa y alimentos, pretenden dignificar esta entrega de ropa y alimentos, generar puestos de trabajo sostenibles para personas en riesgo de exclusión social promoviendo actividades productivas vinculadas a la economía circular, y promueve tareas de sensibilización para la reutilización de la ropa y la recuperación de alimentos.

Para la entrega de ropa, la Fundación opta por una digitalización de las tarjetas PES que permite intercambiar este vale a toda la red de tiendas, Botiga Amiga amb Moda re-, en total hay 21 repartidas por todo el territorio catalán. De esta manera, derivando a las personas en los establecimientos, se permite a estas escoger según sus gustos y preferencias en un comercio normalizado y moderno que rompe con los estigmas de la ropa usada y de la exclusión social. No obstante, también hay una parte del programa que se dirige a los colectivos que por las casuísticas y características de la entidad que los atienden, tienen necesidades de ropa por cubrir dentro del mismo centro. Son entidades que principalmente atienden colectivos sin hogar y/o que tienen servicio de duchas. Del total de personas beneficiarias en el programa, 1.903 han sido beneficiarias de ropa.

La entrega de alimentos se promueve con el formato elaborado o por elaborar. Existen las dos modalidades, ambas promueven la inclusión de las personas en riesgo de exclusión social desde puntos de vista diferentes. En el caso de los menús elaborados, se trabaja directamente con una entidad social para poder cubrir una comida diaria de personas en riesgo de exclusión y atendidas por la entidad. Relativo a la entrega de alimentos no elaborados se promueve la cocina en casa de personas en riesgo de exclusión con productos frescos, favoreciendo así una dieta equilibrada. El total de personas atendidas ha sido de 155 personas; a las cuales se les ha garantizado un plato en la mesa a lo largo de todo el desarrollo del programa.

Todas las actividades desarrolladas para la ejecución del programa generan puestos de trabajo para personas vulnerables. Para Formació i Treball, la inclusión se entiende a partir del trabajo, ya que consideramos que es el mejor instrumento para salir de la exclusión social. En este sentido, este proyecto permite romper un círculo en qué, por un lado, se refleja como personas que hacen el itinerario se integran en la sociedad, no se sienten excluidas y forman parte de un todo, y por el otro lado, las personas y familias beneficiarias ven que hay posibilidad de salir de esta situación de alta vulnerabilidad a partir del trabajo. Además, la participación de nuevas entidades al Programa de Entrega Social les permite tener un primer contacto porqué posteriormente, colaboran también en la derivación de personas hacia la entidad para iniciar un proceso de inserción de las personas que atienden.