La estabilidad residencial y el acompañamiento social intensivo, las claves para la recuperación de familias monomarentals en situación de sinhogarismo.

10 junio 2025 Proyectos

• El proyecto piloto VESTA implantado al Besòs, ha obtenido buenos resultados en el acompañamiento a mujeres con niños a cargo y en situación de exclusión residencial severa.

• 3 años y medio después de la puesta en marcha del proyecto, se ha reconocido VESTA como una solución concreta al sinhogarismo femenino.

 

Sant Adrià de Besòs, 2 de junio de 2025.- Hoy se ha hecho balance de los tres primeros años de VESTA, un proyecto pionero para ofrecer acompañamiento a mujeres con niños a cargo y en situación de sinhogarismo en el Besòs. El balance se ha hecho en un acto en el Consorcio de Besòs que ha abierto la alcaldesa de Sant Adrià de Besòs, Filo Cañete, y ha cerrado la Presidenta del Consorcio del Besòs y Consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Silvia Paneque.

El proyecto está dirigido a familias monoparentales que sufren situaciones de exclusión residencial grave, a las que se facilita vivienda temporal y acompañamiento social, coordinado con los servicios sociales del municipio donde vive cada familia. Durante estos 3 años y medio se ha ofrecido atención a 21 familias monoparentales, con un total de 60 personas, en 20 viviendas (4 en Sant Adrià de Besòs, 4 a Santa Coloma, 8 en Badalona y 4 en Moncada), 1 familia fue alta y salió del programa a finales de 2023.

La Consejera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Silvia Paneque, ha mencionado “Soy consciente del buen trabajo de VESTA como proyecto de acompañamiento para mujeres con hijos e hijas a cargo que no tienen un hogar donde vivir (…) es por eso que el Gobierno, con el Consorcio del Besòs, hacemos de engranaje entre entidades e instituciones para apoyar a programas como este”. Para la Consejera “VESTA es vivienda, familia, apoyo, mujeres y oportunidades. Sirve para que las personas vulnerables puedan recuperar la dignidad lo antes posible, y, por lo tanto, sientan el aprecio propio y la de los otros”. También ha destacado que “El Gobierno de Cataluña hemos situado el objetivo de la vivienda como prioritario, porque todas las familias de todo el país merecen poder vivir en Cataluña a un precio razonable”.

La alcaldesa de Sant Adrià de Besòs, Filo Cañete, ha destacado que “el éxito del programa VESTA radica en su mirada integral para combatir el sinhogarismo en uno de los colectivos más vulnerables, las familias monoparentales, y en su enfoque colaborativo. El rasgo diferencial es el acompañamiento global a las mujeres participantes en tres aspectos fundamentales: las necesidades básicas, la vivienda y la inserción laboral. La segunda clave de su éxito es la colaboración público-privada y el buen entendimiento entre las diferentes administraciones y entidades del tercer sector, que conocen profundamente este ámbito. El sinhogarismo es una realidad social muy compleja, pero VESTA lo está abordando con resultados muy positivos y de manera pionera al Besòs y estoy segura de que será un modelo que seguirán otras ciudades”

 

Un acompañamiento holístico e intensivo

Las familias atendidas parten de una situación de mucha fragilidad que afecta a muchas áreas de la persona. A la carencia de vivienda, se suman la pobreza económica, las necesidades de acompañamiento social, psicológico, de formación y empleabilidad. Hay que mencionar que la mayoría de mujeres acompañadas en el programa han sufrido, además, violencia machista. Con esta situación, VESTA ofrece un acompañamiento holístico para favorecer la recuperación de las personas y la estabilidad residencial, siempre basándose en el empoderamiento de la persona atendida.

Según han presentado Albert Sales y Laura Porzio, autores de la evaluación cualitativa del proyecto e investigadores del Instituto Metrópoli, los hogares monoparentales en situación de exclusión residencial tienen necesidades complejas que implican la coordinación de diferentes sistemas de atención. En el caso de VESTA, se ha detectado que el acompañamiento social intensivo ha sido especialmente efectivo. Ha permitido la construcción de vínculos de confianza entre participantes y profesionales que ha favorecido los procesos de recuperación.

La vivienda estable se ha erigido en el elemento clave en la recuperación de las familias. Por un lado, poder dotar de una vivienda para cada familia ha mejorado las relaciones maternas filiales y la crianza; de otro, un espacio físico para rehacer el propio proyecto de vida se ha visto imprescindible para romper con la violencia machista y familiar.

También se ha detectado que el acompañamiento intensivo y la estabilidad residencial hacen emerger problemas y traumas causados por las violencias vividas, que ponen de manifiesto la necesidad de un acompañamiento prolongado en el tiempo para curar heridas profundas. Los tres años de estabilidad residencial se ha evidenciado que tienen un importante impacto positivo en las vidas de las participantes, a la vez que se han visto insuficientes para poder acceder al mercado de la vivienda, que cuenta con barreras como el precio del alquiler.

En la evaluación del proyecto se ha detectado que en las familias monoparentales sin red social de apoyo, la conciliación entre formación, ocupación y tareas de cura y crianza es muy complicada. Y se ha puesto de manifiesto la necesidad que los apoyos para la inserción tengan en consideración este factor de exclusión del mercado laboral.

También se ha observado que obtener rentas a través de prestaciones es prioritario para algunas de las mujeres solas con hijos e hijas a cargo, debido a la imposibilidad de incorporarse a una actividad laboral a tiempo completo o parcial.

Otro resultado del estudio ha sido que la estabilidad residencial reduce la demanda de servicios de emergencia, tanto en el ámbito social como en el sanitario.

 

Recuperación de la estabilidad, la confianza

Durante el acto, se ha podido escuchar el testigo de Rumana y Mercedes. Las dos tienen tres hijos e hijas y han tenido que hacer frente a una situación de sinhogarismo. Gracias al proyecto VESTA han encontrado estabilidad y han recuperado la confianza en ellas mismas. La Rumana puede estudiar para encontrar un buen trabajo, los niños de ambas han podido hacer un seguimiento escolar y Mercedes ha podido estabilizar la situación laboral. Para Rumana, VESTA es “una gran oportunidad para las mujeres”. Por su parte, Mercedes destaca que “con VESTA he encontrado la esperanza, me he sentido segura… me abrieron las puertas de una casa, que era lo que yo quería para mis hijos” y añade “Ahora estoy genial: trabajando, los niños estudiando… todos en casa. Hay felicidad. Hay amor. Todo. Pero no lo he conseguido sola”.

 

VESTA, una solución en el territorio

El director de San Juan de Dios Serveis Sociales Barcelona, Salvador Maneu; y la Jefa de Servicios Sociales, Capacidades Diversas y Políticas de Inclusión del Ayuntamiento de Montcada i Reixac, Noemí Blanco, han hablado de las líneas de futuro. Blanco ha destacado que “VESTA se presenta como una solución concreta al sinhogarismo femenino especialmente al de mujeres solas con niños”; Maneu ha añadido que “el proyecto ha mostrado una manera diferente y efectiva de atender la exclusión residencial, y hay que continuar apostando por este modelo de gobernanza conjunta dando continuidad al VESTA y escalando su impacto con más familias beneficiarias, porque el sinhogarismo no es un fenómeno local, sino global”.

VESTA se trata de una iniciativa conjunta de los Ayuntamientos de Badalona, Santa Coloma de Gramenet, Sant Adrià de Besòs y Montcada i Reixac, de las entidades del Tercer Sector Cáritas Diocesana de Barcelona, Fundació Formació i Treball, Fundación Mambré y San Juan de Dios- Serveis Sociales, y también del Consorcio del Besòs. Cuenta con el apoyo del Área Metropolitana de Barcelona y del Ayuntamiento de Barcelona.

 

 

 

 



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