La Fundación Formació i Treball da trabajo a más de 700 personas en situación de vulnerabilidad durante el 2022

19 mayo 2023 Noticias

La Fundación Formació i Treball, promovida por Cáritas Diocesana de Barcelona en el 1992, dio trabajo a 705 personas durante el 2022 a través de itinerarios de inserción sociolaborales para personas en riesgo de exclusión social dentro de las empresas de inserción del grupo; de las cuales 27 personas iniciaron un proceso de regularización. Esta cifra supone un 25% más respecto al 2021, pasando de 564 a 705. Un aumento que no para de crecer en los últimos años en la Entidad haciendo que año tras año sea la empresa de inserción referente en el sur de Europa.

Una de estas 705 personas que consiguió un contrato de inserción con Formació i Treball es Montse, una mujer de 48 años, de origen español, y madre de dos criaturas, que consiguió la oportunidad de formarse y trabajar en los itinerarios de inserción sociolaboral que ofrece la Entidad. Montse había sido ama de casa toda la vida, y cuando se divorció de su marido, se encontró “con dos bolsas de basura fuera de casa”, explica. En ese momento su vida cambió completamente: se fue a vivir a Barcelona, dónde la acogió su tía, y se puso en contacto con los servicios sociales del Ayuntamiento de Barcelona para intentar encontrar una solución a su situación. “En ese momento me di cuenta que en la vida no puedes dar nada por hecho, porque tu vida puede dar un giro de la noche a la mañana”, explica Montse.

Montse no encontraba trabajo: la edad y su falta de experiencia laboral en tareas que no fueran el cuidado de la casa le dificultaron el acceso a un trabajo digno, hasta que se planteó otras maneras de buscarse la vida, para poder alimentar a sus hijos. Fue en aquel momento, cuando su trabajadora social le ofreció la oportunidad de entrar en Formació i Treball. “Yo solo quería trabajar. Yo siempre decía que un trabajo yo iría tirando, pero cuando entré en Formació i Treball me di cuenta que necesitaba mucho más que un trabajo”, explica Montse.

En menos de cuatro meses desde que se divorció de su marido, Montse consiguió un trabajo y un piso dónde poder vivir sola. En Formació i Treball estuvo un año, dónde pudo trabajar, formarse y lo más importante: hacer un curso de celadora. Un curso que le ha permitido empezar a realizar las prácticas para, en un futuro, poderse dedicar sin que la exclusión social sea una barrera para ella. “Mi sueño siempre ha sido dedicarme al mundo sanitario. Y mientras trabajaba en Formació i Treball haciendo formaciones diversas, me saqué por cuenta propia el curso de celadora. Mi técnico de acompañamiento me ofreció también otros cursos relacionados con este oficio. Conseguir esta oportunidad, ha sido un sueño hecho realidad para mí”, asegura Montse.

Y es que Montse asegura que cuando entró en la Entidad estaba “emocionalmente destrozada” y después de diversas crisis de ansiedad pidió ayuda para poder superar y aprender a gestionar sus emociones. “Aquí me he sentido muy querida y entendida. Me han dado la oportunidad de romper no solo las barreras profesionales, sino también todas las barreras personales que tenía”, explica. “Salgo motivada, con ganas de afrontar el futuro que me espera y sobre todo, más fuerte que nunca”, declara. Montse asegura que de Formació i Treball se queda con todo el aprendizaje, la oportunidad y las personas que aquí ha conseguido y que día tras día la han ayudado a tirar hacia delante, pero que sobretodo se lleva el aprendizaje más grande: “que si quiero, puedo”.

Por su lado, Javier también ha sido una de las personas a quién Formació i Treball ha dado la oportunidad de iniciar un itinerario de inserción sociolaboral durante el pasado 2022. Javier es un hombre de 43 años, de origen venezolano y padre de dos criaturas. En Venezuela se licenció en Servicio Policial y ejerció durante unos años hasta 2017, dónde a raíz de las protestas que había en su país se vió obligado a dejar de hacer su trabajo por principios, y a emigrar dos años más tarde a Barcelona. “En el año 2017 tuve que salir del cuerpo policial por situaciones lamentables a raíz de las protestas que tuvieron lugar en esos años. Nos obligaban a hacer cosas que no queríamos hacer”, explica Javier sobre su experiencia en el cuerpo policial venezolano.

Así pues, en 2019 llegó a Barcelona, dónde meses antes había llegado su mujer y madre de sus hijos. Vino con la esperanza de encontrar un trabajo digno y poder traer y mantener a sus hijos en Barcelona. Pero con la llegada de la pandemia dificultó no solo la búsqueda de un trabajo digno, sino su regularización administrativa. A raíz de un recurso humanitario, consiguió la regularización administrativa y Formació i Treball le ofreció su primer contrato reglado en España hace dos años. Javier trabaja en el punto verde de Sant Andreu, en Barcelona, dónde ha aprendido a clasificar los residuos y se ha convertido en una pieza clave para el buen funcionamiento de este punto verde que gestiona Formació i Treball. Javier allí, se siente como “en mi segunda casa porqué tengo armonía laboral, y empatía, y para mí esto es estar en el sitio perfecto”, explica.

Javier, como todas las personas que hacen el itinerario de inserción en la Fundación, se ha formado en diferentes cursos como el de carretillero, de atención al cliente y de catalán. “Para mi lo primero era adaptarme a la cultura del país. A mi me gusta comer pan de jamón, pero ahora tengo que comer pan con tomate. Me tenía que adaptar, tener la cabeza y el cuerpo en Barcelona, y no la cabeza en Venezuela y el cuerpo en Barcelona”, explica Javier. Además, asegura que durante los primeros meses en Formació i Treball sufrió ataques de pánico y de ansiedad porqué “no tenía la cabeza en Barcelona”, explica Javier.

Las cifras nos hablan de una mejora en el mercado laboral:

De las 705 personas que fueron contratadas por la empresa de inserción durante el 2022, 284 finalizaron el contrato de inserción a las diferentes empresas del Grupo Formació i Treball, y el 59% de estas, encontraron trabajo en empresas ordinarias, sobre todo en los sectores de limpieza, restauración, atención al cliente y logística. Durante el 2021, encontraron trabajo en empresas ordinarias en los mismos sectores invirtiendo la orden de estos siente logística el primer sector, seguido de limpieza, atención al cliente y restauración.

Del restante de personas que no han conseguido trabajo destaca que el 18% está en busca de trabajo y el otro 23% no busca trabajo por diferentes causas como pueden ser la salud, 1 de cada 3 personas y con predominio de las mujeres, o el retorno al país de origen.

Por otro lado, 1 de cada 12 personas no busca trabajo porque decide seguir formándose, y 1 de cada 9 vuelve a su país de origen. Además, hay que remarcar que el número de personas que trabajan con contratos ilegales ha disminuido en un 61% respecto el 2021, un hecho que demuestra que cada vez menos se opta por este tipo de ilegalidades y permite a los usuarios y usuarias de Formació i Treball seguir regularizando sus situaciones laborales.

Así mismo, los datos nos demuestran que un 45% de las personas que encuentran trabajo, lo hacen con contratos indefinidos, gracias a la reforma laboral que el gobierno español instauró a principios del 2022. Los contratos indefinidos de las personas que encuentran trabajo han aumentado un 350% pasando de un 6% el 2021, a un 27% el 2022. Pero, aun así, siguen existiendo los contratos temporales que, desgraciadamente, son más elevados en mujeres; perfil que continúa siendo la cara de la fragilidad.

Además, Formació i Treball  ha aumentado la tasa de inserción al mercado laboral ordinario en un 16% respecto al 2021, además de consolidar su crecimiento anual de contratos de inserción de un 20% desde el inicio de la pandemia. Por otro lado, la Fundación ha dedicado 15.806 horas, un 60% más que el 2021, a formar a las personas y ha dedicado 3.481 horas de acompañamiento a estas personas.

Las mujeres, los jóvenes y la mediana edad, los más castigados por el sistema:

Según el “Primer informe sobre formación e inserción laboral” elaborado por la Fundación con motivo de su 25 cumpleaños, en cuanto al nivel de inserción diferenciado por género, hay que destacar que las mujeres tienden a tener un nivel más bajo de inserción al mercado laboral ordinario. A pesar de que el acceso al trabajo es similar, las mujeres, con relación a los hombres, tienden a trabajar un 43% más sin contrato y perciben un sueldo inferior en un 39% de los casos. Además, trabajan menos tiempo anualmente que los hombres, y son despedidas más a menudo, un hecho que se relaciona directamente con la conciliación familiar que las mujeres tienen que gestionar.

Por otro lado, se observan las mismas tendencias de dificultad de inserción laboral del mercado ordinario por rango de edad: las personas jóvenes (<30 años) y las de mediana edad (>50 años) son las que tienen un nivel de inserción más bajo. Las personas jóvenes en la actualidad trabajan menos y cuando trabajan, lo hacen durante menos tiempo anual que las otras personas, un hecho que se relaciona directamente con la temporalidad de los contratos para la gente joven, que a menudo son contratados para cubrir vacaciones o bajas laborales.

Los contratos de inserción, una herramienta puente para hacer el salto al mercado laboral:

Los contratos de inserción -mínimo 6 meses y prorrogable hasta 3 años-, permite a las personas usuarias especializarse en una profesión para acceder a un puesto de trabajo. Además, les permite recuperar hábitos sociales y laborales para incorporarse al mercado de trabajo en una empresa ordinaria. Es decir, una herramienta puente que, además de dar estabilidad laboral y económica a las personas, las prepara para posteriormente dar el salto al mercado laboral ordinario. Así, una vez la persona ingresa al mercado laboral, su puesto de trabajo es ocupado por otra persona en riesgo de exclusión que inicia su itinerario.

En este sentido, Formació i Treball se sitúa un año más como referente en cuanto a la creación de puestos de inserción en España y una de las más relevantes del sur de Europa. Con un modelo de economía circular que impulsa la ocupación, la sostenibilidad económica, el respeto por el medio ambiente y favorece propuestas de proximidad en el territorio, la Fundación trabaja desde un compromiso basado en la justicia social, poniendo las personas y sus necesidades en el centro de la actividad, con el objetivo de empoderar-se para entrar al mercado laboral.



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