Sant Adrià de Besòs, 2 de abril de 2024 – Los Programas de Entrega Social que gestiona Formació i Treball han tenido un impacto sobre 18.726 beneficiarios y beneficiarias este 2023 a través de la entrega de ropa a personas procedentes de diferentes servicios sociales o entidades mediante un modelo basado en el derecho a escoger a través de las tiendas de ropa de segunda mano que gestiona la entidad.
Para poder garantizar las entregas y mejorar la experiencia de las personas usuarias, Formació i Treball ha apostado desde hace dos años para ir hacia un modelo digital en el cual, a través de códigos QR vinculados a un importe económico como método de pago, se ha permitido pasar de una entrega centralizada en un único punto de venta y distribución a un sistema descentralizado dónde confluye la venta y la entrega social a todas las tiendas propias de la entidad.
En total se han habilitado 24 puntos de venta dónde confluyen colectivos derivados de la ayuda social y personas que creen en la moda de segunda mano y compran en estos establecimientos. De esta manera, se han podido distribuir hasta 38.500 prendas de ropa impulsando así la dignificación en el primer plano y fomentando el derecho a escoger en función de los gustos y preferencias de estas personas.
Avanzar hacia un modelo digital ha sido clave para esta transformación, permitiendo generar una red de 66 entidades distribuidas entre el área metropolitana de Barcelona, el Camp de Tarragona, la Catalunya Central y el Garraf, entre las cuales destacan instituciones como el Ayuntamiento de Barcelona, el Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs, el Ayuntamiento de Santa Coloma de Gramenet y entidades como Cáritas Diocesana de Barcelona.
La red cada vez más extendida en entidades y territorio muestra una creciente importante en ofrecer una experiencia que rompa con el estigma asociado a la ayuda social tradicional. El acento en proporcionar a las personas usuarias la oportunidad de acceder a los productos en entornos comerciales consolida una experiencia más flexible y adaptada a las necesidades individuales de cada uno. Esta transición representa un paso significativo hacía la autonomía y la dignificación de las ayudas sociales de las personas con situación de vulnerabilidad.