La Fundación adquiere una nave en Sabadell para impulsar su actividad de tratamiento textil

La inversión es un proyecto estratégico para el cambio de modelo en el sector y un ejemplo pionero de innovación desde la economía social, que creará 250 puestos de trabajo para personas en itinerarios de inserción. 

La planta se convertirá en uno de los principales centros españoles de tratamiento textil por su capacidad, y la más grande del Sur de Europa gestionada por una entidad social. Con esta adquisición la Fundación podrá gestionar hasta 20.000 toneladas anuales de ropa. 

La Fundación Formació i Treball, promovida por Cáritas Diocesana de Barcelona el 1992, que opera con un modelo de economía circular que impulsa la ocupación, la sostenibilidad económica y el respeto por el medio ambiente, ha adquirido una nave en el polígono industrial Molí de la Potassa de Sabadell, histórica capital textil catalana. La nave, de más de 30.000m2, permitirá aumentar hasta aproximadamente 20.000 toneladas anuales el volumen de ropa gestionada por la entidad, que a día de hoy ya recoge selectivamente el 32,5% de todo el residuo textil generado en Cataluña. 

La gestión de estos residuos es la actividad principal de Formació i Treball, la actividad por la cual se creó y la que genera un volumen de facturación más alto. La entidad cuenta con un conocimiento acomulado de 30 años en recogida de ropa en el territorio y de gestión de residuos textiles, y forma parte de las cooperativas que agrupan los operadores del sector de la economía social tanto a nivel catalán – a través de la cooperativa Roba Amiga- como español -mediante Moda re-. La Fundación empezará con esta nueva planta industrial en Sabadell el centro más grande y avanzado tecnológicamente del Sur de Europa gestionado por una entidad de la economía social. Una vez la nave esté en pleno rendimiento, en el verano de 2024, se crearán 250 puestos de trabajo para personas en itinerarios de inserción. 

El proceso productivo del tratamiento textil que consiste en la recogida de ropa, su triaje, la clasificación para el reciclaje (identificando qué prendas no son aptas para reutilizar, pero no son restos), y el prensado o embalaje, ahora se lleva a cabo entre las diferentes naves de la Fundación ubicadas en Sant Esteve Sesrovires, Constantí y Sant Adrià de Besòs. La nueva nave permitirá unificar todo este proceso en una única planta: la de Sabadell. 

La inversión en este proyecto, que ha contado con el apoyo financiero de CaixaBank con la concesión de un préstamo hipotecario, y de Fiare y Coop57; y el asesoramiento legal del bufete Garrigues, en el marco de los proyectos pro-bono de la oficina de Barcelona, se considera estratégica para afrontar las necesidades ambientales, sociales y económicas imperantes. 

La Fundación trabaja actualmente con diferentes actores del proceso productivo para dotar de circularidad y valorización económica a la industria textil, y participa en más de treinta proyectos con multinacionales europeas en materia de reciclaje fibra-a-fibra. En un futuro próximo se desarrollará un nuevo mercado de especialidades de estas fibras, clasificada para su reciclaje, y el objetivo de la Fundación es la orientación hacia un reciclaje de más valor añadido, consiguiendo convertir las fibras del textil post-consumo en nueva fibra. La entidad dispone de la maquinaria para hacer la clasificación del producto para su reciclaje en nueva fibra, y de la tecnología FiberSort para infra-rojos, (NIR – Near Infra Red), que permitirá mejorar la eficiencia de la clasificación según la composición del textil, un paso imprescindible para el reciclaje en nuevas fibras. 

La acción social: nuestra razón de ser 

La acción social que lleva a cabo la entidad es la razón de ser y la esencia de la Fundación. Cada día, la Fundación atienda a personas que luchan por conseguir una vida mejor, personas que desan formar parte activa de la sociedad y que trabajan para construirse un futuro más prometedor.

En este sentido, la entidad ha creado durante el 2022 más de 700 puestos de trabajo de inserción para colectivos en situación de vulnerabilidad, 399 de los cuales solo en la línia textil, siendo la empresa de inserción línder en el estado español y un referente en el sur de Europa. Además, durante el 2022 la entidad atendió un total de 3.786 personas en riesgo de exclusión y ha conseguido incorporar a 834 personas en situación de vulnerabilidad en el mercado laboral ordinario.

Nueva regulación

En este sentido, es necesario mencionar la transposición de la Directiva Europea (UE) 2018/851 para la Ley 7/22, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminantes para una economía circular, que establece que los estados tendrán que contar con unos objetivos específicos de reutilización y de reciclaje (entre otros, un porcentaje de fibra reciclada a las nuevas prendas producidas). Este hecho supondrá un impacto en toda la cadena de valor que generará una nueva demanda por parte de la industria textil de fibra post-consumo para reciclar, que requiere una maquinaria y un proceso diferente del habitual en las plantas de residuo textil, dónde mayormente se prepara para la reutilización. Actualmente no hay suficientes plantas de gestión de este residuo en Europa para procesar el volumen que se recogerá, ni para dar respuesta a la demanda que habrá de ropa para hacer fibra reciclada. (El estudio “Scaling Textile Recycling in Europe: Turning Waste into Value” de McKinsey & Company determina que la falta de oferta de fibra para ser reciclada en nueva fibra será del 30% en relación a la demanda que habrá). 

Esta misma Directiva obliga a los estados miembros a la recogida selectiva de residuos textiles, antes del 1 de enero de 2025. Esto reforzará la tendencia de un incremento sostenido de la recogida, generando más materia prima para gestionar la nueva planta de Sabadell. Pero no obstante este incremento de la recogida, la calidad de la ropa ha ido menguando, y el margen de beneficio de su gestión se ha reducido, ya que la parte que se puede reutilizar aportando más ingresos cada vez es menor. POr esto, y también como resultado de la nueva regulación se amplía la responsabilidad ampliada del productor en el ámbito del textil, en virtud del cual se crearán sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor (SCRAP), gracias al cual se verá compensado este déficit, haciendo viable ampliar la producción, obteniendo resultados positivos. 

En este contexto, las empresas de inserción social tienen una presencia destacada en el sector de la reutilización, con un potencial considerable para crear empresas y puestos de trabajo locales, ecológicos e integradores. La venta de ropa de segunda mano se posiciona como líder entre las estratégias circulares y está creciendo a un ritmo 15% superior al del mercado de moda tradicional. Se trata de una vía de creación de ocupación en las empresas de inserción. La Fundación, al cierre del año 2023, dispondrá de un total de 25 tiendas propias y 7 corners en hipermercados Alcampo; y además, como parte de la red Moda re-, la entidad provee de ropa a más de 120 tiendas de toda España.