La Fundació Formació i Treball impulsa un nuevo servicio de instalación de placas fotovoltaicas

Este mes de diciembre la Fundación Formación y Trabajo ha iniciado un proyecto sociolaboral, que combina la formación y el acompañamiento a la inserción de personas en riesgo de exclusión social con el impulso de una nueva línea de negocio vinculada a la economía verde. Cáritas ha sido la entidad solicitante del proyecto y la Fundación Formación y Trabajo Emprendida de Inserción será la ejecutora, todo ello dentro de la Convocatoria 2022 de Proyectos del Fondo Santander Responsabilidad Solidario, FIN para el fomento de la ocupación con personas en situación o riesgo de exclusión social.

La iniciativa prevé implementar un servicio de montaje de placas solares en la línea medioambiental de iServeis que en los últimos dos años se ha ido consolidando, de acuerdo con la apuesta de la entidad por un modelo de economía circular, en que también se enmarcan sus actividades de alimentación y textil. Además de impulsar esta nueva actividad de negocio, el proyecto tiene otros dos objetivos clave como la formación de personas con especiales dificultades para encontrar trabajo y la creación de 2 puestos de trabajo de inserción y uno de Técnico/a de Acompañamiento a la Producción. La contratación en la empresa de inserción, uno en torno a trabajo protegido, tiene que permitir un progresivo aprendizaje de habilidades sociolaborales y una formación especializada que los tiene que facilitar la incorporación a la empresa ordinaria. En este sentido, la Fundación se alinea con la demanda del mercado de trabajo, habiendo identificado un nuevo nicho de ocupación vinculado a la transición energética y la sostenibilidad, un sector activo y cada vez más consolidado.

Durante la primera mitad del 2023 se hará una prospección empresarial para buscar alianzas empresariales que favorezcan la puesta en marcha de la línea de negocio, se realizará el plan de empresa y se llevará a cabo la acción formativa de instalación de placas fotovoltaicas. Durante los últimos 6 meses del año se procederá a la contratación del personal asociado a la puesta en marcha de la nueva línea de servicios, que contará con la participación de una empresa colaboradora, actualmente con la empresa Azumit. Durante el segundo año se prevé fomentar el desarrollo de la actividad económica y, en caso de que sea necesario, realizar una segunda formación.

Las acciones del proyecto

El acompañamiento a lo largo de todo el proceso de mejora de la empleabilidad consta de varias acciones. Primeramente, la evaluación del perfil de cada participante a fin de identificar sus competencias y elaborar conjuntamente un plan de trabajo. Una vez iniciada la formación se desarrollan acciones tutoriales individuales y grupales para trabajar de manera específica las competencias básicas de acceso al mercado de trabajo. En cuanto a las competencias técnicas, la figura del/la técnico/a de acompañamiento a la producción tiene también un papel importante en el seguimiento del itinerario; se reunirá periódicamente con las personas trabajadoras para ofrecer un espacio de evaluación y de mejoras en función de los resultados obtenidos y esperados. Una vez finalizada el contrato de inserción se mantiene el acompañamiento a las personas en investigación de trabajo, así como a aquellas que ya trabajan, intentando asesorarlas en sus relaciones laborales.

Las personas participantes en el proyecto venden derivadas de Cáritas Diocesana de Barcelona y otras entidades, y reciben un seguimiento coordinado entre técnicos/as de inserción, orientadores/as laborales y trabajadores/as sociales de referencia.

Las personas participantes

Los perfiles a quienes se dirige el proyecto son diversos: personas en situación de urgencia psicosocial (como personas en proceso de desahucio), personas allegadas a una situación administrativa irregular, y personas con varios factores de exclusión, como carencia de competencias básicas como el idioma o la lectoescritura en personas migrantes, falta de competencias digitales, familias monoparentales, personas que no han tenido experiencial laboral regular, etc.

Por otro lado, la selección de candidatos se hará siguiendo un criterio de total paridad que garantizará un mínimo del 50% de mujeres, para promover el acceso a puestos de trabajo protegidos que permitan a las mujeres mejorar sus perfiles profesionales y acceder en un futuro a un trabajo más cualificado y con demanda en el mercado laboral. Se tienen en cuenta todas las problemáticas asociadas al hecho de ser mujer, entre ellas, familias monoparentales, cargas familiares diversas, dificultad de conciliación entre familia y trabajo, mujeres transgéneros, mujeres que han vivido violencia de género, niveles educativos bajo, etc.