La lavandería de Garraf amplía las instalaciones y renueva maquinaria

La Lavandería industrial de la Fundació Formació i Treball en la delegación de Garraf se ha transformado en el último año 2020 mejorando sus instalaciones e incorporando nueva maquinaria. Esta renovación responde a una estrategia de mejora, tanto del servicio como de la calidad del trabajo de los equipos y los espacios de formación para las personas en itinerarios de inserción.

Entre los cambios que se han implementado está la ampliación de los espacios. La lavandería cuenta ahora con una nave de 1000 m², doblando la superficie de 500 m² el 2019, donde la actividad de manipulación de la ropa pasa de un espacio de 300 m² a 600 m². Este aumento ha permitido generar un recorrido de entrada de ropa sucia y otro de salida de ropa limpia así como la colocación de una nueva calandra planchadora que agiliza la capacidad de respuesta y la fiabilidad del servicio. También se ha renovado la instalación de gas para garantizar el funcionamiento eficiente de toda la maquinaria. Esta renovación se ha hecho gracias a la aportación de la Fundación Roviralta que desde hace años da apoyo a varios proyectos de la Fundación, entre ellos, la escuela de hostelería y los circuitos de selección de residuo textil.

Antes de la pandemia los clientes principales a quienes daba servicio la lavandería pertenecían al sector de la restauración y la hotelería. El estallido de la crisis llevó a la lavandería a cambiar su actividad. En plena pandemia daba servicio a hoteles con personas confinadas, laboratorios clínicos y residencias de abuelos, donde el lavado de ropa blanca era clave para la higiene de las personas con un alto riesgo de contagio. Después de estos meses de estado de alarma el servicio se ha reestructurado y ahora los clientes principales son residencias, laboratorios y empresas que usan ropa de trabajo. Las previsiones de la Lavandería para los meses próximos se enfocan a la mejora progresiva del sector hotelero a la vez que desarrolla planes de acción en el sector sanitario, las residencias y las empresas con uniformidad. Esta línea de negocio con impacto social se mantiene como generadora de puestos de trabajo de inserción que permiten la mejora de las competencias y las habilidades de las personas que trabajan, a fin de dar el salto al mercado laboral ordinario.